l cratón amazónico está formado mayormente por rocas metamórficas arqueanas y graníticas, mientras que la cuenca del Amazonas está hecha de roca sedimentaria. Esto significa que las formaciones no-carbonáticas son las más comunes, y estas son menos susceptibles a los procesos geomorfológicos necesarios para la formación de cuevas. Por ejemplo, rocas como la caliza o tiza tienden a desarrollar cavidades durante el proceso descomposición. Por el contrario, formaciones no-carbonaticas crean paisajes donde las cuevas y abrigos son poco frecuentes.
Una excepción a esta regla general está en el municipio de Rurópolis, en el estado de Pará, donde hay 56 cuevas registradas. De estas, 55 son de arenisca (una roca no-carbonática). La otra, llamada Caverna Paraíso, se conoce como la cueva más impresionante y la única hecha de caliza en el Amazonas. También me interesa la Caverna das Mãos (‘Cueva de las manos’), donde hay pinturas en una zona oscura a 350 metros de la entrada. Pinturas en zonas oscuras ocurren muy poco, convirtiendo a Rurópolis en una zona única para este tipo de investigación.
En 2014, me incorporé al equipo que trabajaba en un proyecto titulado «Arte rupestre y contexto arqueológico en las cuevas de Rurópolis, Pará», coordinado por el arqueólogo Edithe Pereira (Museu Paraense Emílio Goeldi) y patrocinado por el Consejo Brasileño de Investigaciones. , CNPq. Realizamos una excavación en la Cueva 110, que contiene pinturas y grabados rupestres. Se trata del único esfuerzo arqueológico realizado en las cuevas de Rurópolis hasta la fecha. Cinco fechas de radiocarbono obtenidas para este sitio apuntan a eventos relacionados con incendios, que datan de hace entre 8.100 y 6.800 años. No se desenterraron artefactos arqueológicos del pozo de prueba excavado, pero el carbón en las primeras capas puede ser un indicador de la presencia humana en la cueva. Hemos sugerido tentativamente que el uso de la cueva estaba relacionado con actividades rituales. No podemos asociar con seguridad el arte rupestre con ninguna de las fechas, pero sabemos que las pinturas tienen al menos 2.2000 años de antigüedad, ya que el carbón encontrado en esta capa cubría parte de las pinturas.
Durante este proyecto, regresaremos a Rurópolis para continuar realizando estudios de cuevas y excavaciones específicas con el fin de evaluar mejor el potencial arqueológico de la zona y explorar algunos de los temas mencionados anteriormente. Después de una evaluación inicial, recuperaremos muestras a través de recolecciones de superficie y excavaciones de pozo de prueba de 1 × 1 metro. Esto nos permitirá recolectar cultura material y carbón vegetal para que podamos ampliar nuestra comprensión cultural y cronológica del área.