Durante los doce días que duró el trabajo pude encontrar once sitios arqueológicos. También entrevisté a los abuelos Munduruku, quienes me dieron información acerca de la historia del pueblo Munduruku al igual que de los mitos, territorios y cultura material que ya no hacen parte de las prácticas diarias en las aldeas. Ellos me mostraron algunos sitios sagrados en el área al igual que la destrucción que ha sido causada por la minería ilegal de oro. Finalmente, pude también registrar elementos de interés etno-arqueológico, documentando aspectos de la vida cotidiana de los Munduruku de la actualidad, en la que se incorporan elementos de producción industrial y de producción artesanal.
La etapa siguiente del proyecto, financiada por el Centro de Excelencia Santo Domingo para Investigación sobre Latinoamérica (SDCELAR), consiste en regresar al alto Rio Tapajos en los próximos meses para explorar mejor algunos elementos de tipo arqueológico. Además de esto, presentaré los resultados de mi mapeo a los líderes de las aldeas que visité en 2016, y continuaré con mi trabajo investigativo entrevistando a los abuelos y documentando otros agukabuk en territorio munduruku. Este trabajo incluye el registro de sitios arqueológicos usando navegación satelital (GPS) y un registro fotográfico de las personas, plantas, objetos y paisajes de interés para el proyecto. Igualmente, espero hacer descripciones y dibujos de las aldeas munduruku contemporáneas que están construidas encima de los sitios arqueológicos, al igual que de los jardines y caminos que marcan las rutas al rio y al bosque.