Nuestro nombre se inspira en las palabras Mayas K´aan (amarillo) y Cab (tierra), pues así se le llama tradicionalmente a las tierras que tienen cualidad arcillosa en la región de Quintana Roo, rica en arcillas amarillas.
El proyecto archivo de arcillas tiene un interés antropológico, arqueológico y artístico enfocado en el estudio de arcillas y tierras locales, al igual que en su clasificación, resguardo y la producción de cerámicas. A partir de estas actividades se desprenden otros intereses, incluyendo la investigación de técnicas de producción de origen prehispánico con la participación activa de la comunidad local. Se espera que este trabajo colaborativo aporte para la construcción de la identidad de comunidades de la península de Yucatán y regiones Mayas contemporáneas.
El proyecto tiene dos etapas
Nos interesa valorar cada material, arcilla o tierra a partir de sus cualidades particulares, considerando el valor práctico para su uso y evitando una homogeneización o copia entre los materiales y su aplicación. De la misma manera, el estudio de los estilos en cerámicas que aún subsisten en la zona maya enriquece el conocimiento sobre el origen tecnológico y artístico que la región tuvo con el barro, así como con otros recursos naturales desde tiempos prehispánicos.
Para conocer los materiales también es necesario trabajar con ellos y descubrir su comportamiento. Por esta razón, trabajaremos en forma práctica modelando la cerámica siguiendo las técnicas básicas de placa, churro y pastillaje que se utilizaron desde tiempos prehispánicos. Con este proceso creativo de elaboración buscamos evitar la producción en serie, promoviendo la importancia de un proceso creativo a través de un entendimiento histórico y cultural, una apropiación identitaria de la materialidad y un entendimiento del potencial plástico del barro.
Una de las actividades locales que nos ha inspirado para la creación de KAANCAB es el trabajo con arcillas y tierras propia de la zona de Tepakán, en Campeche. A pesar de que la arcilla usada por los alfareros de Ticul, en el Estado de Yucatán, es extraída de Tepakán, muy pocos habitantes de Tepakán continúan produciendo cerámica siguiendo sus técnicas tradicionales. Fomentar la continuidad del conocimiento de los últimos alfareros y alfareras tradicionales ha motivado la creación de un taller para reactivar la práctica cerámica en la zona, reestableciendo relaciones sociales y de trabajo que habrían existido en el pasado. Por ejemplo, las relaciones entre quienes recolectan leña, quienes tienen el conocimiento de la quema y quienes tienen acceso a la arcilla.
En conclusión, KAANCAB intenta demonstrar cómo el estudio sobre el pasado y sus tradiciones de cultura material pueden ser relevantes a comunidades contemporáneas. Este proyecto promueve la producción creativa de cultura material Maya a través de un prisma multidisciplinario que combina métodos etnográficos, ciencias naturales y arqueología. Aunque el sureste de la península de Yucatán y Quintana Roo han sido bastiones de la resistencia Maya y una fuente interminable de conocimientos culturales ancestrales, KAANCAB es de los pocos intentos que combina estos conocimientos con el arte contemporáneo.