Artistas, investigadores y curadores del Chaco paraguayo están explorando la colección etnográfica del Enxet Sur en el Museo Británico. Estos objetos fueron adquiridos por los misioneros Wilfrid Barbrooke Grubb y Seymour Hawtrey a finales del siglo XIX y nunca han sido exhibidos.
Esta residencia artística digital busca iluminar y desenredar el impacto de los procesos de misión y colonización en el Gran Chaco y mostrar la respuesta de artistas contemporáneos de la región -con antecedentes Enlhet, Nivacle, Guaraní y menonita- ante estos impactos que siguen existiendo.
El Chaco paraguayo
El paisaje del Gran Chaco consiste en sabanas pantanosas de palmeras, bosques secos y campos arenosos y se extiende por Paraguay, Argentina, Brasil y Bolivia. Actualmente, está siendo deforestado para la ganadería y la agricultura industrial a un ritmo alarmante.
Bajo Chaco, Paraguay ©Photo by Ursula Regehr
Históricamente, los pueblos indígenas habitaban extensos territorios del Chaco dependiendo de la caza, la recolección, la pesca y la jardinería. A principios del siglo XX, el Chaco se incorporó al estado-nación paraguayo. Los pueblos indígenas fueron desposeídos sin compensación alguna y la tierra fue vendida a inversionistas y colonos.
Diferentes sociedades misioneras jugaron un rol fundamental en facilitar la ocupación de estas tierras a través del inicio de procesos de sedentarización de los pueblos indígenas.
Después de la llegada de los inmigrantes menonitas en 1927 a la región central del Chaco, se fundaron estaciones misioneras para reasentar a los indígenas que proporcionaban mano de obra barata para su economía de colonos en expansión. El despojo, el trabajo asalariado y la evangelización cambiaron la forma de ser indígena en el mundo. Hoy, la precariedad, la desigualdad y la discriminación configuran la vida de las comunidades indígenas.
Las colecciones del Museo Británico
Hay más de 600 piezas de diferentes lugares del Chaco paraguayo en la colección del Museo Británico. Desde elaborados cinturones de cuentas hasta flechas de caza, calabazas delicadamente grabadas y coloridos tocados de plumas. La mayoría de los objetos provienen del pueblo Enxet en el sur del Chaco. Fueron recopilados por los misioneros anglicanos Wilfrid Barbrooke Grubb y Seymour Hawtrey a principios del siglo XX. Barbrooke Grubb estableció varias estaciones misioneras en todo el Chaco desde el río Paraguay hasta la frontera con Bolivia y recibió el título de “Pacificador de los indios” del gobierno paraguayo. En su libro Un pueblo desconocido en una tierra desconocida, describe sus encuentros y experiencias con los Enxet, y sus esfuerzos por cambiar su forma de vida.
Hoy, los Enxet luchan por la restitución de tierras, sus modos de vida y autonomía. Cabe mencionar aquí que ninguno de los participantes del proyecto es descendiente de los grupos Enxet de las estaciones misioneras anglicanas. Sin embargo, todos los participantes indígenas han experimentado procesos similares de colonización y cristianización y comparten historias y recuerdos similares.
Artistas e investigadores contemporáneos responden
Osvaldo Pitoe, Jorge Carema, Efacio Álvarez, Marcos Ortiz, Esteban Klassen y Clemente Juliuz (1972-2021) son artistas autodidactas. Son miembros de los grupos lingüísticos guaraní y nivacle y viven en los asentamientos Cayin ô Clim y Yiclôcat en la periferia de la colonia menonita Neuland en el Chaco paraguayo. Desde finales de los ‘90 dibujan con bolígrafos negros sobre papel y con el paso de los años han ido desarrollando estilos y motivos propios. Esta nueva práctica de dibujo surgió en colaboración con las antropólogas Ursula y Verena Regehr, que desde sus inicios han promovido a los artistas a través de la curaduría de exposiciones y publicaciones en Paraguay y en el exterior.
El SDCELAR invitó al colectivo de artistas indígenas del Chaco a crear respuestas a la colección de Barbrooke Grubb en el Museo Británico, recolectada principalmente de los enxet y otros pueblos de la familia lingüística enlhet-enenlhet. A través de fotografías digitales de los objetos, los artistas están generando recuerdos de su uso y significado transmitidos por sus abuelos.
Por un lado, algunos de estos objetos han llevado a un diálogo sobre las experiencias violentas de pérdida, despojo, reasentamiento en estaciones misioneras y la devaluación de artefactos asociados con sus propias prácticas y rituales. Por el otro, los encuentros e intercambios con miembros de la sociedad colonizadora han resultado en adaptaciones creativas y nuevas prácticas artísticas.
La serie de dibujos se describirá en un ensayo visual de Ursula y Verena Regehr. A partir de conversaciones con los artistas, ambas explorarán las implicaciones de los procesos de colonización y conversión en las formas de ser indígenas en el mundo.
El Centro también invitó a la artista y grabadora, Miriam Rudolph, quien creció en una comunidad menonita en el Chaco paraguayo y ahora vive en Winnipeg, Canadá. A través de su obra de arte explora la historia colonial de sus raíces. Como respuesta indirecta a la colección, Rudolph está creando un libro de artista que explora las complejidades de la colonización del Chaco a través de grabados en capas delicadas y narrativas divergentes de la historia desde las perspectivas de los misioneros anglicanos, menonitas y enlhet a través del texto.
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Además de estos artistas, el Centro consideró importante invitar a descendientes directos de la comunidad Enlhet-Enenlhet, entre los que trabajaba Grubb. Lanto’oy ‘Unruh, que pertenece a la comunidad de Enlhet, se ha unido al proyecto. Hace más de diez años que Lanto’oy Unruh realiza obras digitales y pinta en óleo. Además, documenta a través de fotografías la vida actual de su comunidad. Su objetivo es promover en su comunidad la valoración de su propias formas de vida y, a la vez, mostrar la belleza de su pueblo fuera del Chaco.
Adicionalmente, Hannes Kalisch, quien es miembro de una de las comunidades Enlhet, está investigando las colecciones de los Museos Británicos para visibilizar la lengua y la cultura Enlhet dentro de Paraguay. Ambos son miembros activos del Instituto Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet.
Adaptación a la pandemia COVID-19
Debido a la pandemia de COVID-19 este proyecto se ha adaptado a un formato digital. La colaboración de los artistas se basa en fotografías digitales de la colección del Museo Británico, que han sido enviadas por el Centro al Chaco y a Canadá.
Esto facilita la producción artística en entornos locales, al tiempo que establece relaciones transnacionales. Aunque trabajar en línea se ha vuelto omnipresente en el norte global, no es tan accesible en el Chaco. Este intercambio en línea es un formato nuevo para los participantes del proyecto y, aunque a veces es desafiante, también ofrece una nueva forma de trabajar e interactuar con el contenido.